NUEVA CAPILLA "ZIKUÑAGAKO AMA"
PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA - HERNANI

CONJUNTO MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL SAN JUAN BAUTISTA

IGLESIA PARROQUIAL SAN JUAN BAUTISTA 1545 - 1595

A finales del siglo XV, la Villa planteó la posibilidad de trasladar la antigua parroquia - hoy iglesia del Monasterio de las Agustinas – que se encontraba fuera de las murallas, al interior del casco de la misma, alegando para ello numerosas razones, tales como su lejanía que se hacía sentir especialmente en el invieno con las muchas nieves; su indefensión ante las guerras que ponían en peligro la vida de las personas, e impedía la asistencia a los oficios divinos; su reducido tamaño, insuficiente pra dar cabida a la creciente vecindad, etc.

En 1512 la Villa fue saqueada e incendiada por las tropas franco-navarras, y la iglesia parroquial sufrió importantes daños, quedando desmantelada y sin servicio.

El 10 de diciembre de 1540, el emperador Carlos V, como patrono de la iglesia, autorizó el traslado de la iglesia parroquial a la plaza de la Villa.

El 31 de mayo de 1545, tras haber examinado 13 trazas distintas, se firmó un contrato con los canteros Domingo de Olózaga, Miguel de Beramendi y Andrés de Izaguirre, vecinos de Azpeitia. Por el mismo se comprometían a construir cada año la sexta parte del edificio, de forma que a los seis años primeros siguientes, estarían levantadas todas las paredes de la iglesia, pudiendo cubrirse la misma, y quedando únicamente por cerrar las capillas. Para esta construcción se utilizarían los despojos que la iglesia tenía en la parte de Mariqueystegui.

Con la muerte de los canteros azpeitianos se paralizó la construcción de la iglesia, hasta que fue reanudada en 1568 por el maestro Miguel de Iriarte, vecino de Albistur, quien se obligó a hacer y acabar toda la cabecera de la iglesia con las dos capillas colaterales, y a levantar arcos y ventanas en cuatro años, así como las capillas en dos años.

Pero por incumplimiento del contrato por parte del concejo y parroquia de Hernani, Iriarte abandonó la obra y se ausentó a Navarra.

En 1581, el arco del presbiterio se desplomó y murieron a consecuencia de ello tres hombres.

Requerido por el corregidor de Guipúzcoa, el maestro Iriarte reanudó su trabajo en 1582, comprometiéndose a terminar las obras en cuatro años. Pero pasaron seis y no terminaba la construcción de la iglesia.

Iriarte fue relevado en la edificación en 1588, por los maestros canteros Domingo de Legarburuna Marrunica y Francisco de Marrunica. El año 1595 se valoró la obra realizada por éstos y que se refería al cierre de las tres capillas, considerándose terminado el edificio.

NUEVA CAPILLA "ZIKUÑAGAKO AMA"

OBJETIVOS

criterios y objetivos ESPACIALES , CULTURALES, ARTÍSTICOS y FUNCIONALES

1).-Tratamiento puro y sencillo del espacio, poniendo en valor los elementos arquitectónicos existentes (arcos, pilastras, hornacinas, cornisas y recercos de piedra)

2).-Expresión de serenidad y paz del conjunto, donde los materiales y la luz ayuden a las personas a la interiorización, el recogimiento, la reflexión, la serenidad y la esperanza.

3).-Adecuada integración de la Capilla en el Conjunto Monumental parroquial

4).-Acceso directo desde el exterior y comunicación con la nave de la iglesia

5).-Uso diario para celebraciones religiosas, apertura continuada de la Capilla, espacio del recuerdo de los difuntos (columbario), espacio de reflexión y oración.

ZIKUÑAGAKO AMA:

Patrona Canónica de Hernani desde el año 1954

CAPILLA "ZIKUÑAGAKO AMA" 1610 / 2014

En 1610 el maestro cantero Francisco de Marrubiza construía lo que iba a ser durante algún tiempo la sacristía de la Iglesia, según planos de Fray Miguel de Aramburu.

Años más tarde, en 1628, los peritos nombrados por la Villa y el cantero Joan Pérez de Odriozola, examinaron las obras de cantería y bóveda de dicha sacristía, estimando que las mismas se hicieron de acuerdo con la traza y escritura otorgadas a tal fin.

Entre las condiciones impuestas por la Villa en 1686 a D. Fermín de Sasoeta, para la construcción de su capilla en la sacristía vieja de la Iglesia Parroquial, se decía que el fundador  erigiría y ejecutaría la obra en consonancia con la fachada de la Iglesia, y debería atenerse en lo material a su mayor ornato y lucimiento, y de forma que si por alguna causa se dejase de continuar con la fábrica de la citada capilla, quedaría la obra para la Iglesia parroquial, sin que tuvieran derecho alguno ni él, ni sus sucesores a las expresadas obras.

Tras el reiterado incumplimiento del compromiso por parte de los sucesores del fundador de terminar la capilla, en 1847 fué cedida a la Iglesia, y se ejecutaron obras de reparación del tejado.

En 1963 se instaló en la misma el servició de calefacción para la Parroquia, abriendo para ello una puerta en su fachada hacia el Pº de los Tilos, y posteriormente se construyó una entreplanta

En 2014, 400 años después del inicio de las obras, se pretende culminar la obra y darle uso como capilla.

COLUMBARIO

¿QUÉ ES UN COLUMBARIO?

Es un espacio sagrado para depositar LA URNA de las CENIZAS de los difuntos.  Un lugar con una ubicación excepcional, para la memoria y oración para aquellos feligreses que deseen seguir vinculados a la Parroquia y abierto a otras personas que elijan depositar sus cenizas en esta Parroquia. 

HISTORIA DE LOS ENTERRAMIENTOS

A lo largo de la historia, los enterramientos católicos han estado asociados a las iglesias, conventos y monasterios, y pequeños cementerios adyacentes a estos. Así, es muy frecuente encontrar en nuestro entorno más inmediato, criptas, tumbas funerarias, mausoleos y otro tipo de enterramientos dentro de nuestros templos. En el siglo XIX, y por razones fundamentalmente higiénicas, se prohíben los entierros en las zonas urbanas, y se crean cementerios fuera de los límites de las ciudades.

En la actualidad, la incineración está tomando fuerza y son más los cadáveres incinerados que enterrados. El columbario parroquial pretende recuperar así la tradición eclesial de que los difuntos descansen en las cercanías de sus Iglesias.

DISEÑO

El Columbario está totalmente integrado en el conjunto de la nueva Capilla Zikuñagako Ama, donde prevalecen las expresiones de seneridad y paz, la puesta en valor de los elementos arquitectónicos existentes, y donde la luz y los materiales ayuden a la interiorización, el recogimiento y la reflexión.

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